Se ha cumplido un año desde que Pablo Hermoso de Mendoza fuera proclamado alcalde de Logroño contando con el apoyo de Unidas Podemos, Equo y Partido Riojano.
Un año en el que el sentimiento que predomina entre los logroñeses es de la decepción al comprobar como la ciudad está parada y como el Gobierno local adopta decisiones de espaldas a los vecinos y sin tener en cuenta sus necesidades reales. Desilusión por la inactividad de un Ejecutivo que no cuenta con los vecinos en su toma de decisiones y que no es capaz de materializar proyectos e iniciativas concretas para la ciudad y sus vecinos.
Durante estos doce meses, los logroñeses quizás hemos interiorizado los grandes eslóganes de este Gobierno municipal pero desgraciadamente seguimos sin conocer los proyectos, actuaciones e iniciativas concretas para la ciudad que hay detrás los mismos.
Un año sin solución ni respuestas para al nudo de Vara de Rey después de que el Ejecutivo local decidiese paralizar las obras, con solares esperando respuesta como el reservado para la construcción del centro de salud Rodríguez Paterna, la intervención en el Parque de Gallarza o el de Maristas. Un año que los logroñeses iniciamos sin presupuestos por la incapacidad de gestión del Ejecutivo local y que ahora continúan sin revisar para adaptarnos a las nuevas necesidades tras la COVID-19. Doce meses de decisiones adoptadas al margen de los vecinos.
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DE BUENA FUENTE, 19 DE JUNIO DE 2020